Amor de Pelirroja III: Alaska

Lo sé, su color de pelo ha cambiado muchas veces, sin embargo es cierto que ha pasado largas temporadas en el País de Las Pelirrojas.
Si sólo pudiera elegir un icono femenino predilecto, escogería a Alaska sin pararme a pensarlo ni un segundo. Admiro a Olvido Gara desde que tengo uso de razón, literalmente, y su actitud nunca ha dejado de inspirarme a lo largo de los años. Ella no lo sabe, pero tengo muchísimas cosas que agradecerle; por ejemplo el haber empezado a leer a Santa Teresa de Jesús en mi adolescencia, o el haber aprendido que para ser auténtica y transgresora, hay que partir primero del respeto y la tolerancia.
El pasado año viví un momento de felicidad absoluta cuando llegó a sus manos la muñeca que alguien me había encargado para regalarle, y que ahora vive en su sofá negro, junto a otras criaturillas de la artista. Pensar que un pedacito de mi trabajo está sentado junto a Alaska siempre me saca una sonrisa. Y es que para mí (con todos mis respetos a La Jurado), ella siempre será La Más Grande. Mi Pelirroja Number One.